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Mostrando entradas de diciembre, 2020

SER

  No quiero ser la que fui, quiero ser la que soy,  la que mira distinto por azar del destino, la que ha dejado de llorar al pasado, y ya no observa el futuro esperando un milagro. No quiero ser la engañada por todos, aunque sea incrédula y confiada por ratos, ser la que mira con ojos de niña,  a pesar de los años.  No quiero ser princesa de nadie, salvadora del mundo, ni mujer coraje, quiero ser simplemente persona, imperfecta, triste, risueña y soñadora. Quiero ser la que no espera nada y que lo aguarda todo, la que tiende la ropa sin orden,  la que cocina rico, se chupa los dedos y quema el asado por falta de memoria. Quiero ser alguien reconstruida a fuerza de ternura, pegada con los besos de quienes he amado, ser olvido constante la mitad de los días, la memoria de todos, la que cuenta las horas y semanas, para todas las fechas que han sido importantes. Quiero ser de carácter posible de trato imposible, afable e histérica, fénix irreversible, rescoldo más que ceniza, Quiero ser br

DISTANCIA

He construido un muro donde esconder los miedos, una muralla de almizcle que disimule el olor dulzón de la amargura, el sabor agrio de la incertidumbre, el rudo tacto de la duda, o la brillante decepción de tu mirada ausente. Se me antoja que fueron tus ojos color #chocolate artífices de las mariposas en mi vientre, culpables de todas las sonrisas,  responsables de la música que rondaba mi almohada. La distancia, barrera insalvable del cariño, fue culpable de la escarcha de los besos; la espera, dejó sin #esperanza de futuro  los anhelos planeados; nada es igual después de tu partida,  todo se ha vuelto más triste y gris,  más opaco.  He levantado el muro aquí, en el pecho,  intento proteger mi corazón, que se acelera  con el simple sonido de tu nombre.  Carmen Martagón © 

ARRODILLADA

Escuchar en silencio la voz del agua,  cuando cae arropando las calles desiertas, el rumor en solitarios riachuelos, quebrando la #soledad de los montes, o el leve sonido de la líquida claridad entre las piedras.  Escuchar el viento por las esquinas de avenidas sin gente,  soplando entre carteles y balcones cerrados,  jugando con las hojas que yacen inertes sobre el asfalto. Sentir los truenos más allá del cielo que cubre tu soledad, más allá del abrazo deseado, mucho más allá del frío intenso que se adentra en el cuerpo,  te roba la #energía y no te abandona. Vencer a la tormenta  susurrando una letanía que se lleve los #miedos, recordando una canción de niña, un cuento,  una historia que te devuelva la #calma.  Gritar con #fuerza que puedes seguir en pie,  aunque tomes resuello arrodillada,  para volver a enfrentar el aguacero.  Carmen Martagón © Foto: Rocío Escudero ©

EXAMEN FINAL

Me examiné de esa forma de ser que no me convencía, revisé los apuntes olvidados en los cajones del pensamiento, he subrayado cada uno de los defectos que marcan mi ser, y he coloreado las virtudes que me adornan. Traté de memorizar cada sueño extraviado, en este #vivir deprisa, he suspendido en sumisión, en cordura y postureo, repetí curso para aprender a ser yo,  por el gusto de cruzarme conmigo en los pasillos de la dignidad. Ha sido un #reto mostrar mi rebeldía,  esconder mis partes #vulnerables,  y recordar que no se trata de ser, ni se trata de llegar primera,  el truco consiste en sobrevivir a la tormenta,  salir airosa de la contienda,  y empeñarse en disfrutar del camino  cuando el día se despeja de dudas y temores.  He adivinado todas las preguntas,  pero olvidé copiar cada respuesta,  por si alguna vez las necesito.  Carmen Martagón ©