Ir al contenido principal

EXAMEN FINAL


Me examiné de esa forma de ser que no me convencía,

revisé los apuntes olvidados en los cajones del pensamiento,

he subrayado cada uno de los defectos que marcan mi ser,

y he coloreado las virtudes que me adornan.


Traté de memorizar cada sueño extraviado, en este #vivir deprisa,

he suspendido en sumisión, en cordura y postureo,

repetí curso para aprender a ser yo, 

por el gusto de cruzarme conmigo en los pasillos de la dignidad.


Ha sido un #reto mostrar mi rebeldía, 

esconder mis partes #vulnerables, 

y recordar que no se trata de ser, ni se trata de llegar primera, 

el truco consiste en sobrevivir a la tormenta, 

salir airosa de la contienda, 

y empeñarse en disfrutar del camino 

cuando el día se despeja de dudas y temores. 


He adivinado todas las preguntas, 

pero olvidé copiar cada respuesta, 

por si alguna vez las necesito. 


Carmen Martagón © 


Comentarios

  1. Un buen ejercicio eso de analizarse a uno mismo, pero no seas muy exigente contigo mismo, pues seguro que las exigencias te van a llover sin falta desde afuera.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Me ha encantado Carmen, todo lo que escribes, desde tu ser y desde tus emociones, creo que nos ayuda en mayor o menor medida en nuestro día a día. Por sentirnos identificados, o quizás, por tener la suerte de conocerte y saber que te tengo cerca cuando uno te necesita. Gracias por estos y todos tus versos. ❤️

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias corazón mío. Un abrazo fuerte. Te quiero mucho. Besitos

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Silencio

 Silencio  “Se bebe té para olvidar el ruido del mundo”. T’ien Yiheng. Silencio  Hay demasiado ruido alrededor,  ruido innecesario y perturbador que te aleja de ti misma,  necesitas instantes donde encontrarte, instantes para buscar el silencio mientras escondes el grito atronador del dolor.  Hay demasiadas voces a la vez  te dicen si puedes o no, si estás o no, lo que debes hacer cada minuto.  Hay demasiadas voces de este mundo,  dejando mudo el pensamiento, atacando cada palabra no dicha, tratando de ocupar todo tu ser. Naciste más cerca del silencio, tu llanto de entonces ya no se recuerda, y ahora necesitas beberte a sorbos el ruido  y que todo esté mudo y callado, para pensarte y sentirte, para que nadie más te sienta.  Necesitas quedarte ausente algún tiempo, mientras los gritos se apaciguan  mientras el dolor se diluye en una taza de dulzura, en unas gotas de ausencia, en una leve sonrisa… o en un ritual que nadie entiende; como tu silencio… Carmen Martagón  #silencio  #ritualde

CANELA EN RAMA

"Canelita en rama eres mi niña bonita..".  Aquella tarde le vino a la memoria esa frase tan escuchada cuando pequeña. Estaba preparando un arroz con leche para sus nietos y había puesto los ingredientes sobre la mesa. El limón para echar la corteza en la leche, la canela en rama y el azúcar... De pequeña no sabia que significaba aquella frase que su abuela le decía, cada vez que preparaba arroz con leche o torrijas y usaba la canela como ingrediente. Ella siempre quería ser quien alcanzara, en la alacena de la cocina de su abuela, el bote de cerámica donde se guardaba la canela en rama. Para hacerlo se subía en la silla verde lacada, con finas patas de aluminio que parecía iban a romperse al sentarse, y se empinaba para llegar a él, siempre bajo la atenta mirada de la abuela. Cuando conseguía abrir el bote le pasaba las ramas de canela y su abuela repetía la frase acariciando su mejilla. - ¿ Qué significa eres canelita en rama mamá?.- Preguntó un día a

Tinieblas

Escribo desde el mismo corazón de las tinieblas, donde el tiempo parece detenido, escribo tras la oscura soledad de este destierro, intentando alinear despacio las palabras; mientras mi mente desordena el verbo siento un vendaval de emociones en el vientre, se desespera el sentir y escribo... Suena el tic tac imaginario en el reloj ausente, vuelan alrededor las almas perdidas, ocultas de todo,  entre las paredes blancas que me atrapan. No sé quién soy, aquí no tengo nombre, ni título, ni aval que me sostenga, no tengo que rendir cuentas más que a mi propio infierno, convertida en ojo vigilante obligada a espantar a la muerte; escribo... La letra me mantiene en el mundo de los vivos, afuera llueve a carcajadas, el tiempo se ríe de mí, el cielo tiene el mismo color gris plomizo que mis entrañas, añoro la luz cegadora del sol atravesando la arboleda, no existe imagen más simple para atarme en el lado de los cuerdos. Las letras, que me sacan de esta cruda realidad, son aliadas de la demenc