Acurrucarme en tu pensamiento,
hacerme pequeñita en tus manos,
ser piel con piel,
ser beso en la boca,
ser yo misma en el abrazo interminable.
hacerme pequeñita en tus manos,
ser piel con piel,
ser beso en la boca,
ser yo misma en el abrazo interminable.
Despertar al amor cuando ya no se espera;
la mirada había perdido intensidad,
desapareció la capacidad de respuesta al deseo, en el instante cómplice de auroras,
olvidada la piel ante cualquier caricia.
Despertar entre dudas y temores,
transformando en música los recuerdos presentes y ausentes,
adormecidos los rumores que deja el desamor
cuando cierra la puerta.
Escribir en versos el dolor,
entretejiendo rimas en la soledad de los días,
cocinando lágrimas a fuego lento
mientras pasan los minutos
y se alargan las noches.
Acurrucarme en este amor maduro,
que rejuvenece la carne en el encuentro,
embellece la sonrisa,
envuelve en levedad lo que acontece,
te mantiene en pie ante las sacudidas del destino,
y te acalora el cuerpo, la soledad y el alma.
Carmen Martagón ©
Foto: Rocio Escudero Alfonso
la mirada había perdido intensidad,
desapareció la capacidad de respuesta al deseo, en el instante cómplice de auroras,
olvidada la piel ante cualquier caricia.
Despertar entre dudas y temores,
transformando en música los recuerdos presentes y ausentes,
adormecidos los rumores que deja el desamor
cuando cierra la puerta.
Escribir en versos el dolor,
entretejiendo rimas en la soledad de los días,
cocinando lágrimas a fuego lento
mientras pasan los minutos
y se alargan las noches.
Acurrucarme en este amor maduro,
que rejuvenece la carne en el encuentro,
embellece la sonrisa,
envuelve en levedad lo que acontece,
te mantiene en pie ante las sacudidas del destino,
y te acalora el cuerpo, la soledad y el alma.
Carmen Martagón ©
Foto: Rocio Escudero Alfonso
Que bello ese amor que llega cuando crees que ya no volveras a enamorate.
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