las caracolas
letrillas de fandangos,
rumor de olas
y el susurro del viento de la bahía
me cantó un estribillo por bulerias.
Tiene Huelva un quejio
que sabe a gloria,
corazón encojío,
blanca la historia.
Los más valientes,
dejaron en mi tierra
bella simiente.
Hoy la Paz se ha colado
desde la ría
en un barco velero
de blanca quilla
y la voz del poeta,
que está soñando,
blancas costas de luz
encuentra a su paso.
Traen la PAZ los marinos
sobre sus hombros
y le bailan las niñas,
se oye a Toronjo,
imposible marcharme
dice el maestro,
se queda en la palabra y el pensamiento.
Y en el conquero,
donde mi tierra guarda
la más chiquita,
la PAZ se hace poema
por seguidillas,
y en un fandango
Paco Isidro y Alonso
la van cantando.
Duros metales,
muelle del mineral,
fandangos al aire,
Huelva me huele a Paz
a ría y baile.
Mi Huelva huele a sal
a poema y arte.
Carmen Martagón ©
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