Apenas aprendiz de la palabra,
inocente entre "grandes" que hilan versos,
alumna ante metáforas sin nombre,
principiante en las rimas,
sólo un alma que vive y va existiendo.
Sabedora de la providencia
en juicios que apenas se han juzgado,
no tanto escritora, hacedora de letras,
feliz dibujante en paisajes olvidados.
Afable mujer que disfruta los versos,
las letras que remiendan cuentos,
los signos que cambian escenas,
lo antiguo se transforma en nuevo,
y así van sanando las penas.
Conocedora de culpas ajenas
inocente de tristes finales,
culpable de lágrima fácil,
contadora de cuentos sin rima
creadora en momentos cruciales.
He aprendido de la inexperiencia
a quedarme dormida escribiendo,
a emborronar disfrutando momentos,
pretendiendo enseñarte a leer
más allá de tu sueño o mi sueño.
Carmen Martagón ©
Foto: Rocío Escudero ©
en juicios que apenas se han juzgado,
no tanto escritora, hacedora de letras,
feliz dibujante en paisajes olvidados.
Afable mujer que disfruta los versos,
las letras que remiendan cuentos,
los signos que cambian escenas,
lo antiguo se transforma en nuevo,
y así van sanando las penas.
Conocedora de culpas ajenas
inocente de tristes finales,
culpable de lágrima fácil,
contadora de cuentos sin rima
creadora en momentos cruciales.
He aprendido de la inexperiencia
a quedarme dormida escribiendo,
a emborronar disfrutando momentos,
pretendiendo enseñarte a leer
más allá de tu sueño o mi sueño.
Carmen Martagón ©
Foto: Rocío Escudero ©
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