En el Andén me encuentro
esperando nuevas miradas,
caras felices que me acompañen
o rostros cargados de desconsuelo
a los que solazar con algunos versos.
Sentada en cualquier apeadero,
respondo a las manos que me saludan,
las que me ofrecen amor sincero,
aquellas que me piden apoyo,
otras que dicen adiós,
algunas más, de las que nada espero.
Veo pasar vagones vacíos,
furgones colmados de sentimientos,
poemas sin rima, canciones y cuentos,
avanza el tren por las viejas vías,
tal vez buscando nuevos momentos.
Subiré,
vacía de nostalgias,
repleta de recuerdos
y ávida de sueños;
para apearme,
donde haya un abrazo,
una mano amiga,
un beso de sueño
o donde el viento me traiga,
un nuevo comienzo.
Carmen Martagón ©
respondo a las manos que me saludan,
las que me ofrecen amor sincero,
aquellas que me piden apoyo,
otras que dicen adiós,
algunas más, de las que nada espero.
Veo pasar vagones vacíos,
furgones colmados de sentimientos,
poemas sin rima, canciones y cuentos,
avanza el tren por las viejas vías,
tal vez buscando nuevos momentos.
Subiré,
vacía de nostalgias,
repleta de recuerdos
y ávida de sueños;
para apearme,
donde haya un abrazo,
una mano amiga,
un beso de sueño
o donde el viento me traiga,
un nuevo comienzo.
Carmen Martagón ©
Comentarios
Publicar un comentario