Te traje a este mundo para hacerte feliz,
fue maravilloso ver tu cara,
sentir el tacto de tu piel de seda
y dormirte entre mis brazos.
No viniste a sufrir, a llorar
ni a clamar por un poco de pan,
no te hice venir para calmar tu hambre,
ni acurrucarte del frío,
no te traje aquí para ser menos
o que te hicieran sentir diferente .
Te parió tu madre para llenarte de amor,
el dolor tenía que ser sólo mío,
la sangre mía, la espera mía.
Tuya tenía que ser la sonrisa, el juego o la música
y tu boca en mi pecho la unión de nuestras almas.
Te traje aquí para que fueras libre
y no puedo perdonar a quien ata tus manos,
a quien borra tu risa y te llena de lágrimas,
aquellos que dicen dirigir el mundo,
esos, que se dicen, dueños del futuro de todos
y de la verdad de nadie...
No perdono NO.
Carmen Martagón
ni a clamar por un poco de pan,
no te hice venir para calmar tu hambre,
ni acurrucarte del frío,
no te traje aquí para ser menos
o que te hicieran sentir diferente .
Te parió tu madre para llenarte de amor,
el dolor tenía que ser sólo mío,
la sangre mía, la espera mía.
Tuya tenía que ser la sonrisa, el juego o la música
y tu boca en mi pecho la unión de nuestras almas.
Te traje aquí para que fueras libre
y no puedo perdonar a quien ata tus manos,
a quien borra tu risa y te llena de lágrimas,
aquellos que dicen dirigir el mundo,
esos, que se dicen, dueños del futuro de todos
y de la verdad de nadie...
No perdono NO.
Carmen Martagón
Comentarios
Publicar un comentario