Ir al contenido principal

Planes secretos


             Aquella noche mamá nos reveló su plan secreto, saldríamos en una hora todos juntos, ella llevaría en el "Kanga" al pequeño Keita, que estaba comenzando a dar sus primeros pasos. Debíamos dirigirnos calle arriba, en absoluto silencio, sin soltarnos de las manos. Papá nos esperaba en la playa, para subir en un bonito barco, que nos llevaría a un lugar donde no tendríamos que escondernos de los hombres de ojos fieros. 

            Mi hermano Alí lloró durante horas, porque no podíamos llevar a Puka, nuestra perra. Mi hermana Shaira no se separó de su muñeco de trapo y yo tenía mucho miedo, pero era el hermano mayor y los mayores debemos ser los fuertes.

            Desde la playa, el mar se veía tan oscuro como los fieros ojos de los hombres que mataron a nuestro vecino Enam, por infiel. Alí y yo lo vimos todo.

             En el barco hacía frío, todos lloraban y rezaban, incluida mamá. Yo aprovechaba la oscuridad para llorar sin hacer ruido, como hermano mayor debía demostrar que era fuerte, tanto como papá. Mi padre guardaba silencio, pero sus espasmos a mi lado me sobresaltaban. Seguro que tenía frío, papá es un valiente y no le teme a la oscuridad.

Carmen Martagón ©

*Kanga, nombre que se da en áfrica al portabebés.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Silencio

 Silencio  “Se bebe té para olvidar el ruido del mundo”. T’ien Yiheng. Silencio  Hay demasiado ruido alrededor,  ruido innecesario y perturbador que te aleja de ti misma,  necesitas instantes donde encontrarte, instantes para buscar el silencio mientras escondes el grito atronador del dolor.  Hay demasiadas voces a la vez  te dicen si puedes o no, si estás o no, lo que debes hacer cada minuto.  Hay demasiadas voces de este mundo,  dejando mudo el pensamiento, atacando cada palabra no dicha, tratando de ocupar todo tu ser. Naciste más cerca del silencio, tu llanto de entonces ya no se recuerda, y ahora necesitas beberte a sorbos el ruido  y que todo esté mudo y callado, para pensarte y sentirte, para que nadie más te sienta.  Necesitas quedarte ausente algún tiempo, mientras los gritos se apaciguan  mientras el dolor se diluye en una taza de dulzura, en unas gotas de ausencia, en una leve sonrisa… o en un ritual que nadie entiende; como tu silencio… Carmen Martagón  #silencio  #ritualde

CANELA EN RAMA

"Canelita en rama eres mi niña bonita..".  Aquella tarde le vino a la memoria esa frase tan escuchada cuando pequeña. Estaba preparando un arroz con leche para sus nietos y había puesto los ingredientes sobre la mesa. El limón para echar la corteza en la leche, la canela en rama y el azúcar... De pequeña no sabia que significaba aquella frase que su abuela le decía, cada vez que preparaba arroz con leche o torrijas y usaba la canela como ingrediente. Ella siempre quería ser quien alcanzara, en la alacena de la cocina de su abuela, el bote de cerámica donde se guardaba la canela en rama. Para hacerlo se subía en la silla verde lacada, con finas patas de aluminio que parecía iban a romperse al sentarse, y se empinaba para llegar a él, siempre bajo la atenta mirada de la abuela. Cuando conseguía abrir el bote le pasaba las ramas de canela y su abuela repetía la frase acariciando su mejilla. - ¿ Qué significa eres canelita en rama mamá?.- Preguntó un día a

Tinieblas

Escribo desde el mismo corazón de las tinieblas, donde el tiempo parece detenido, escribo tras la oscura soledad de este destierro, intentando alinear despacio las palabras; mientras mi mente desordena el verbo siento un vendaval de emociones en el vientre, se desespera el sentir y escribo... Suena el tic tac imaginario en el reloj ausente, vuelan alrededor las almas perdidas, ocultas de todo,  entre las paredes blancas que me atrapan. No sé quién soy, aquí no tengo nombre, ni título, ni aval que me sostenga, no tengo que rendir cuentas más que a mi propio infierno, convertida en ojo vigilante obligada a espantar a la muerte; escribo... La letra me mantiene en el mundo de los vivos, afuera llueve a carcajadas, el tiempo se ríe de mí, el cielo tiene el mismo color gris plomizo que mis entrañas, añoro la luz cegadora del sol atravesando la arboleda, no existe imagen más simple para atarme en el lado de los cuerdos. Las letras, que me sacan de esta cruda realidad, son aliadas de la demenc