Hoy vengo a recordarte hasta la orilla,
paseándote en mis hombros tú; vieja madera,
hoy he querido admirar los años en tu quilla,
media vida en el mar, la vida entera.
Hasta el sol ha querido acompañarnos,
de plata sus reflejos en mis aguas,
la arena te sustenta en estos años,
éstos que al pasar te transforman en fragua.
He aprendido contigo a salvar tempestades,
el silbido del viento que llena mis oidos,
la brisa que acaricia, huracanes que invaden,
y ese lento vaivén que me lleva y me trae.
De si valió la pena sólo nosotros conocemos,
seguimos paseando en la barca del olvido
o viviendo en la borda del recuerdo,
tú mi refugio, mi pasión, mi puerto,
tú mi vieja barca, mi velero...
Texto: Carmen Martagón ©
Foto: José Vicente Gey Alemán ©
de plata sus reflejos en mis aguas,
la arena te sustenta en estos años,
éstos que al pasar te transforman en fragua.
He aprendido contigo a salvar tempestades,
el silbido del viento que llena mis oidos,
la brisa que acaricia, huracanes que invaden,
y ese lento vaivén que me lleva y me trae.
De si valió la pena sólo nosotros conocemos,
seguimos paseando en la barca del olvido
o viviendo en la borda del recuerdo,
tú mi refugio, mi pasión, mi puerto,
tú mi vieja barca, mi velero...
Texto: Carmen Martagón ©
Foto: José Vicente Gey Alemán ©
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