Aparecen los primeros indicios del viento,
ese que mueve las hojas y señala que el tiempo "vuela".
Las primeras nubes oscuras se asoman tímidas,
y lloran sus nuevas aguas, dulces y frescas,
para ahogar la sed de la tierra.
Al atardecer el sol ya se oculta,
marcha a esconderse allá por la línea del horizonte,
dejando el cielo coloreado y las almas tristes,
deseando verlo asomar, de nuevo, al alba.
La brisa refresca el rostro de los niños
cuando bajan veloces el tobogán del parque,
las manos que se hielan con la arena sombría,
el llanto que aparece cuando atardece antes.
Amigos de verano con tiernas despedidas,
un abrazo cercano y una triste sonrisa,
volveremos a vernos cuando asome el invierno
y jugaremos juntos a las escondidillas...
Carmen Martagón ©
marcha a esconderse allá por la línea del horizonte,
dejando el cielo coloreado y las almas tristes,
deseando verlo asomar, de nuevo, al alba.
La brisa refresca el rostro de los niños
cuando bajan veloces el tobogán del parque,
las manos que se hielan con la arena sombría,
el llanto que aparece cuando atardece antes.
Amigos de verano con tiernas despedidas,
un abrazo cercano y una triste sonrisa,
volveremos a vernos cuando asome el invierno
y jugaremos juntos a las escondidillas...
Carmen Martagón ©
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