Asómate a mí,
entre los visillos de las emociones
que trae la mañana pintando sonrisas.
Asómate a mí,
cuando cae la noche y el sol que se esconde se lleva la pena.
Mira en mi interior,
no te quedes fuera y abrázate al alma
que te está llamando.
Asómate a mí
deja que te enseñe la luz que en mi pecho se va derramando.
Déjame asomarme
en esos colores que dibuja el cielo
cuando me sonríes.
Déjame mirarte y mírate en mí,
que no haya cristales que impidan la dicha de habernos besado,
te espero, te ansío, te estaré esperando.
Texto: Carmen Martagón ©
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