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Cadenas...


No quiero encadenar el alma en tu memoria...
en el recuerdo de mil días grises,
en la nostalgia de quienes se fueron
en las tinieblas de quienes no existen.

No quiero encadenar la fe ni la razón...
en el presente que no se detiene,
en el futuro que habrá de llegar
o en un pasado que nadie recuerde.

No quiero encadenar los sueños...
en las vidas que nunca he vivido,
en las miradas lejanas que no siento,
en la esperanza que nunca he perdido. 

Quiero intentar romper esta cadena
los eslabones que me atan a las piedras,
al frío suelo que hiela mis manos,
a la humedad que me congela el alma
a esa oscuridad donde no hay esperanza... 

Quiero romper esta cadena...
que nada ni nadie logre amarrar mis sueños
que no me amarren las manos ni el cuerpo,
la voz, el sentir, ni el pensamiento...

Texto y foto: Carmen Martagón ©

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Pertenencia

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