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No se van...

Pisé la fina arena paso a paso,
fui dejando mis huellas para siempre,
pensé que, tal vez, si un día volviera
estarían esperándome impacientes.

No me esperaron, no... las borró el viento
el tiempo que borra los momentos,
el tiempo que en efímero convierte
cada nuevo segundo del presente. 

Se borraron, como las huellas de amores pasados,
como las lágrimas que ya no vuelven,
como aquellos que se van para siempre 
como el dolor, que al tiempo ya no duele... 

Se borraron sí,
pero quedaron guardadas en mi mente,
como un tierno recuerdo del pasado,
recordar en mis pies ese momento,
que viene a mi memoria dulcemente. 

Aquello que recuerdo queda siempre,
el olvido no puede si no quiero,
no me abandona aquello que recuerdo
no se va lo que guardo eternamente...

No se van las sonrisas ni los besos,
ni los abrazos que aprietan más fuerte,
no se van los ojos que miraste
sintiendo que amabas para siempre.

No se van las miradas pasionales,
los susurros, esas primeras veces,
no se van porque quieres que se queden
para volver a revivirlas muchas veces...

Carmen Martagón ©

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