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Fotografiando el Alma: Entrañas y Enredaderas. Rocío Escudero y Carmen Martagón


Cada paisaje cuenta una historia, se la cuenta a quien hace una instantánea, a ese ojo especial que ve más allá de los colores, de las piedras, las flores, o la tierra. Se la cuenta a esa persona a la que un momento le avisa que ese es el instante y no otro, que ese es el lugar para inmortalizar.

Cada foto cuenta una historia, a quien aprieta el botón para capturar un momento y a quien la mira después con ojos de poeta...

Hoy, Rocío Escudero y yo hemos querido fotografiar el alma... Ella a través de sus fotos, yo a través de mis poemas.

   

Entrañas... 

 

 

Están huecas tus entrañas...
Tú aferrándote a la vida
lleno de azotes y heridas,
y mientras el sol te baña
tus ramas van hacia arriba. 

Me miró en ti, me parezco,
mi cuerpo tu tronco herido,
mis sueños como tus ramas
buscando la luz pérdida...

El otoño que te abraza
te llena de sus colores,
tonos verdes y marrones,
colores de tierra y grama
el paisaje de tus ramas...

Me miró en ti, soy otoño,
soy verdor, soy tierra seca,
dentro humedad, vida y savia
y mi cuerpo se revela... soy nostalgia.

Mirarte me da más fuerza,
me recuerda que he vivido,
que he soñado, me han herido
y sigo aquí de una pieza.

Mirarte me reconforta,
viejo árbol, tronco eterno,
aun cuando el sol no te baña,
la vida, mi fiel guerrero
va brotando en tus entrañas... 


Enredaderas...


Ya no vive nadie en la vieja casa,
las enredaderas cubren las paredes,
nadie ya se asoma desde la ventana,
para ver los campos y praderas verdes.

Ya no hay risas flojas al caer la tarde,
las de la merienda, pan con chocolate,
no hay nadie jugando, cantos en la tarde,
no suena el piano... y es que ya no hay nadie. 

Testigo de amores en la madrugada,
piedrecitas tocan contra la ventana,
ya nadie se asoma, febriles miradas,
besos en la noche que suben y bajan. 

Hubo un tiempo tierno
de niños jugando,
jarrones con flores, claveles y nardos,
voces y suspiros que se han apagado,
canciones de cuna, besos y arrumacos. 

La vida que pasa se queda en el aire,
en la enredadera, muros y madera,
se quedan los sueños, la vida se queda,
esperando el tiempo, que vuelva, que vuelva...


Textos: Carmen Martagón ©

Fotos: Rocío Escudero ©

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