La gota resbaló por la pared blanca y miró alrededor, había más gotas desconocidas. Tuvo que salvar algunos agujeros para no perderse en las profundidades. Hacia la mitad de la pared un dibujo con unas letras negras la hace dudar si seguir adelante y se para a observar...
Nuevas gotas pasan rápidas a su lado y la esquivan para no llevársela por delante y terminar unidas. Algunas, en su caída, la asustan y la paralizan, no quiere bajar rápido, quiere ir despacio, observar a su alrededor, mirar los colores sobre los que pasará en su caída, cada color será su color...
Cuando entra en las letras oscuras parece que se hace de noche a su espalda, pero de frente unos rayos de sol se asoman entre los nubarrones y la iluminan. A su lado, las otras gotas siguen su carrera pared abajo para ver cuál es la más rápida. ¿Se trata de una carrera?.- les grita.. Todas le gritan algo al pasar pero ella no entiende nada de lo que dicen.
Hacia abajo, tras las letras negras, hay una franja naranja en la que podría estar la meta. En un instante decide que quiere correr, duda un momento si participar en la carrera y de repente, se deja caer...
- Uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!
Un cosquilleo la recorre, hay que esquivar huecos, gotas, grietas de la pared. Llega a tener tanta velocidad que duda si podrá parar en la meta o resbalará sin control hasta el suelo.
Al llegar a la zona naranja la pared la retiene de golpe y no resbala. Todas las gotas se paran en la misma zona, siente peligro y tiembla. Un rayo de sol vuelve a aparecer entre las nubes y la refleja de nuevo. El reflejo en su cuerpo provoca unos colores parecidos al arco iris, ella se emboba, tonta y presumida y no se da cuenta que las demás se adelantan para seguir pared abajo. Si esto es una carrera va a perder ¡Seguro!.
Algunas gotas al pasar le silban para que espabile, pero ella no las oye, sigue alucinada con sus colores, jamás vio nada tan bonito.
Un fuerte ruido la saca de su entusiasmo... ¿Qué es eso? ¿Un trueno? ¿risas?. Otra vez el ruido... Cada vez más cerca, la hace temblar. Se parece a una tormenta. ¿será una tormenta?- se pregunta. Seguro que es una tormenta... - piensa. Una parecida la trajo a la pared, pero no ve las nubes y el sol cada vez asoma con más fuerza. No puede haber tormenta sin nubes ¿no? ¿o sí?
Otro golpe fuerte, más ruido, Un temblor en la pared que casi la hace saltar. Gritos y más gritos que no sabe si vienen de fuera, si son las otras gotas o salen de ella misma. Un nuevo temblor la sacude y una sombra grande la asusta muchísimo. Se para en seco, más gritos, más ruidos y temblores y... de repente... la oscuridad absoluta.
- ¡...que no ha sido gol tioooooo!. La línea naranja marca la portería. espera Juanma que se me ha mojado el balón.
- Vaya mierda de balón has sacado para jugar Ángel.
- El nuevo no lo puedo sacar cuando llueve, se estropea.
- Venga Carlos, vamos a seguir jugando antes de que vuelva a llover.
Así de efímera puede ser la vida de una gota de lluvia. Ni metas, ni tranquilidad...
Texto y fotos: Carmen Martagón ©
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