Nada nos pertenece, ni en la vida, ni en la muerte. Somos efímeros: gota de agua, flor cortada, hierba de otoño, hojas caducas, viento del este. Nos han prestado este tiempo indefinido, no sabemos cómo ni #por qué, ni sabemos cuánto ni cuándo, y nos pasamos las horas, los minutos, los segundos: airadas, ansiosos, expectantes, somnolientas, celosos, aburridas, impacientes, violentos, recelosas… se nos pasan los instantes sin poder respirar o inhalando a contratiempo. Nada nos pertenece, ni nuestra propia existencia, estamos aquí viviendo ausentes, olvidando esas pequeñas cosas que deberían importarnos de verdad. Carmen Martagón
Herencias de mar, tierra, cielo, tiempo y sueños. Asómate a sentir... Palabras de mujer, nacidas de un puñado de vivencias. Directas desde mi corazón a tu corazón...