"Programamos cesárea, la niña es muy grande". Debieron verle el alma... mi lucecita.
Rosario Domínguez
Asomaba tu alma, mi luz radiante,
por las estrías de mi vientre preñado
y te adivinaron,
allí, entre los pliegues de mi corazón,
que andaba latiendo por verte la cara.
Te vieron tan grande,
tanto, como esa inmensidad de tu mirada
mi niña del alma,
tanto como ese mar de azules olas
que baña tu ser, hija adorada.
Debieron mirarte.
como te ven mis ojos cada amanecer
o cada tarde,
debieron saber, que venías a hacer grande mi universo
y cada uno de los días de mi corazón de madre.
Mi lucecita...
Grande mirada de un corazón pequeño,
grande este amor entre las dos,
Grande, muy grande...
Carmen Martagón ©
por las estrías de mi vientre preñado
y te adivinaron,
allí, entre los pliegues de mi corazón,
que andaba latiendo por verte la cara.
Te vieron tan grande,
tanto, como esa inmensidad de tu mirada
mi niña del alma,
tanto como ese mar de azules olas
que baña tu ser, hija adorada.
Debieron mirarte.
como te ven mis ojos cada amanecer
o cada tarde,
debieron saber, que venías a hacer grande mi universo
y cada uno de los días de mi corazón de madre.
Mi lucecita...
Grande mirada de un corazón pequeño,
grande este amor entre las dos,
Grande, muy grande...
Carmen Martagón ©
Comentarios
Publicar un comentario