Despéiname las ganas, abrígame la pena, y guárdame el silencio donde yo no lo alcance. Recuerda cómo he sido, envuelve mi pasado, por si el tiempo me pilla desnuda de memoria. Permíteme que sueñe con esa niña loca que habitaba mi cuerpo, con la tímida joven que contaba los días para una nueva luna, con la novia de blanco que se pisó el vestido cuando nadie miraba, con cada tarde amada del café en la mano, la mirada perdida, esperando el ocaso. Revuelve mi equipaje, me iré como he venido, solo quiero llevarme los besos que no he dado, los abrazos perdidos y todas las miradas de párpados cerrados, a corazón abierto. Carmen Martagón © Foto: Rocío Escudero ©
Herencias de mar, tierra, cielo, tiempo y sueños. Asómate a sentir... Palabras de mujer, nacidas de un puñado de vivencias. Directas desde mi corazón a tu corazón...