Vendrán las lluvias, acompañando a este otoño,
que nos atraviesa de octubre a diciembre.
Se escurrirán las hojas del calendario,
caerán una tras otra
y el tiempo avanzará en nuestra contra,
como las olas en la pleamar de la vida.
Atronarán las tormentas sobre nuestras cabezas,
se nos meterá el miedo en las entrañas
y aprenderemos a contar cada segundo,
esperando que avance y nos deje descansar en un lecho de hojarasca.
El viento pasará, llevándose los pasos que no dimos,
los hijos esperados,
las miradas perdidas,
los besos que apenas asomaron a nuestra adolescencia,
las lágrimas que nunca empaparon los ojos,
ríos internos esperando una excusa.
Mojarán tus zapatos las primeras gotas,
se ahogará el corazón entre los charcos,
la mochila que olía a libros nuevos,
no volverá a colgar sobre tu espalda.
Serán otras las cargas sobre los hombros, en la cabeza,
o aprisionando el alma.
Carmen Martagón ©
que nos atraviesa de octubre a diciembre.
Se escurrirán las hojas del calendario,
caerán una tras otra
y el tiempo avanzará en nuestra contra,
como las olas en la pleamar de la vida.
Atronarán las tormentas sobre nuestras cabezas,
se nos meterá el miedo en las entrañas
y aprenderemos a contar cada segundo,
esperando que avance y nos deje descansar en un lecho de hojarasca.
El viento pasará, llevándose los pasos que no dimos,
los hijos esperados,
las miradas perdidas,
los besos que apenas asomaron a nuestra adolescencia,
las lágrimas que nunca empaparon los ojos,
ríos internos esperando una excusa.
Mojarán tus zapatos las primeras gotas,
se ahogará el corazón entre los charcos,
la mochila que olía a libros nuevos,
no volverá a colgar sobre tu espalda.
Serán otras las cargas sobre los hombros, en la cabeza,
o aprisionando el alma.
Carmen Martagón ©
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