Casi a oscuras, acariciar la luz,
tropezar en las sombras
y agarrarte a los sueños para no caer.
Anhelando salir de la oscuridad
tiembla tu cuerpo en el silencio.
Toda tú, memoria de quien fuiste,
remembranza de muñeca herida tras la risa.
Observas las cenizas, reflejo de esta catástrofe absurda
que se instaló en tu vida un triste verano.
No escuchaste acercarse la tormenta,
te pillaron desnuda los truenos.
Solo tus miedos abrigaron las carnes,
protección contra el gélido viento,
que levantó los visillos hasta el techo
y te dejó a merced de las miradas.
Refugiarse en la penumbra de una alcoba ya olvidada,
mirar en tu interior y acurrucarte,
esperando que pase el aguacero,
y que regresen al fin las golondrinas,
a golpe de rima, tras los sueños.
Carmen Martagón ©
tropezar en las sombras
y agarrarte a los sueños para no caer.
Anhelando salir de la oscuridad
tiembla tu cuerpo en el silencio.
Toda tú, memoria de quien fuiste,
remembranza de muñeca herida tras la risa.
Observas las cenizas, reflejo de esta catástrofe absurda
que se instaló en tu vida un triste verano.
No escuchaste acercarse la tormenta,
te pillaron desnuda los truenos.
Solo tus miedos abrigaron las carnes,
protección contra el gélido viento,
que levantó los visillos hasta el techo
y te dejó a merced de las miradas.
Refugiarse en la penumbra de una alcoba ya olvidada,
mirar en tu interior y acurrucarte,
esperando que pase el aguacero,
y que regresen al fin las golondrinas,
a golpe de rima, tras los sueños.
Carmen Martagón ©
"Te pillaron desnuda los truenos", pero atesoras el poder de la palabra y se deshicieron los hielos con tan sólo tu mirada. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias. Siempre preciosos tus comentarios.
EliminarPrecioso!
ResponderEliminarMuchas gracias.
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