"¡Ay, Josefina mía! No nos queda otro remedio
que aguantar todo lo malo que nos viene y nos puede venir, para el día
que nos toque aguantar lo bueno. ¿Verdad que llegará ese día?"
Miguel Hernández
Mengua la luna, más no te veo,
preñado tu vientre de mi semilla,
bajo estas rejas donde no hay rimas,
me desespera más que la muerte
no ver la vida que se avecina.
Menguan los días, más no el dolor,
ni la agonía sin tus caricias,
tras estos muros de lejanía
imaginar que no vuelvo a verte,
negra mi vida, triste mi suerte.
No soy poeta sin tu mirada,
sin el dulce sabor de tu sonrisa,
lloran mis versos de madrugada,
penan mis letras, mi dulce amada,
mientras hilo una nana con mi agonía.
Duerme mi amor velaré tu sueño,
enrédame en tus manos y en tu universo,
mengua la luna, mengua mi suerte,
temo tu ausencia más que a la muerte.
Carmen Martagón
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