Sobre mi piel, siempre fiel a tí mismo,
dando calor en noches y mañanas,
con el embrujo especial de lo corriente,
lo cotidiano, lo personal y humano.
Amigo siempre en las mañanas frías,
cómplice oculto en horas de colegio,
felpa inocente guardado entre las ropas,
atrapando el calor en los helados días.
Agradecido regalo bajo el árbol,
en las glaciales madrugadas de Enero,
piel en tu cuerpo siempre bien hallado,
se agradece, aún sin ser el regalo esperado.
Compañero inseparable de hogareños domingos,
cafetero paño de insomnes accidentes,
protector de la piel con su capa de rizo,
separarnos de él y sentirnos perdidos.
Amor incondicional, tú y yo, mi pijama,
cómplice fugaz de besos en la alcoba,
de rápidos momentos o de escapes nocturnos,
salvador incansable de frías sábanas,
amigo veraz en días taciturnos...
Carmen Martagón ©
cómplice oculto en horas de colegio,
felpa inocente guardado entre las ropas,
atrapando el calor en los helados días.
Agradecido regalo bajo el árbol,
en las glaciales madrugadas de Enero,
piel en tu cuerpo siempre bien hallado,
se agradece, aún sin ser el regalo esperado.
Compañero inseparable de hogareños domingos,
cafetero paño de insomnes accidentes,
protector de la piel con su capa de rizo,
separarnos de él y sentirnos perdidos.
Amor incondicional, tú y yo, mi pijama,
cómplice fugaz de besos en la alcoba,
de rápidos momentos o de escapes nocturnos,
salvador incansable de frías sábanas,
amigo veraz en días taciturnos...
Carmen Martagón ©
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