Deja la puerta entornada,
que pueda adivinar tu risa,
que logre poner en palabras
éste amor que en tí se inspira
y al colarse hasta tu casa
te envuelva como la brisa.
Deja que asome al atrio
de tu belleza,
al patio soleado
que hay en tu pelo,
al portal de tus manos
y a tus caricias,
al abrigo de ellas
soy prisionero.
Un mosaico tu talle,
centro de inspiración
de todos los versos,
mirillas son tus ojos
donde mirar quisiera
y perderme por siempre,
pero no puedo.
Te esperaré impaciente,
en el quicio más amplio
de tu portal,
me quedaré despierto
y asi te espero,
que quiero verte niña,
que verte quiero
y darte mis amores
bajo este cielo.
Texto: Carmen Martagón ©
Foto: Carmen Torres ©
de tu belleza,
al patio soleado
que hay en tu pelo,
al portal de tus manos
y a tus caricias,
al abrigo de ellas
soy prisionero.
Un mosaico tu talle,
centro de inspiración
de todos los versos,
mirillas son tus ojos
donde mirar quisiera
y perderme por siempre,
pero no puedo.
Te esperaré impaciente,
en el quicio más amplio
de tu portal,
me quedaré despierto
y asi te espero,
que quiero verte niña,
que verte quiero
y darte mis amores
bajo este cielo.
Texto: Carmen Martagón ©
Foto: Carmen Torres ©
Comentarios
Publicar un comentario