Tapias que separan idas y venidas,
vidas que se mueven por raíles y aceras,
siguen el camino las viejas traviesas,
tiempo entre las vías parado a la fuerza.
En las viejas tapias hiedras y grafitis
que cuentan historias de vidas perdidas,
de sueños robados, miradas dolidas,
libros aparcados por tantas heridas.
El Pozo se queda dolido y sin agua,
ahogado en la sangre de los que se han ido.
Santa Eugenia llora vestida de luto,
apenas despierta de un sueño perdido.
Cruces entre trenes que vagan sin ruido,
gente silenciosa sigue su camino,
lecturas inquietas en cortos destinos,
risas apagadas, tiempo sin olvido.
Texto y foto: Carmen Martagón ©
que cuentan historias de vidas perdidas,
de sueños robados, miradas dolidas,
libros aparcados por tantas heridas.
El Pozo se queda dolido y sin agua,
ahogado en la sangre de los que se han ido.
Santa Eugenia llora vestida de luto,
apenas despierta de un sueño perdido.
Cruces entre trenes que vagan sin ruido,
gente silenciosa sigue su camino,
lecturas inquietas en cortos destinos,
risas apagadas, tiempo sin olvido.
Texto y foto: Carmen Martagón ©
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