No me inspira la pena sino la risa,
el azul de los cielos en las miradas,
las largas madrugadas de amor sin prisa,
la pasión que desborda por la mañana.
No me conmueve el llanto como un abrazo,
esos que sin presiones rompen el cuerpo,
esos que te aprisionan, sin darte miedo,
que te alivian las penas en un momento.
No me duele el amor, me duele el olvido,
el amor que se queda te acuna el alma,
el olvido te aguarda entre las esquinas,
y te llena de miedo y desesperanza...
No me inspira la pena, sino la risa,
no todo me conmueve, no todo alcanza...
Texto: Carmen Martagón ©
Foto: Rocío Escudero ©
esos que sin presiones rompen el cuerpo,
esos que te aprisionan, sin darte miedo,
que te alivian las penas en un momento.
No me duele el amor, me duele el olvido,
el amor que se queda te acuna el alma,
el olvido te aguarda entre las esquinas,
y te llena de miedo y desesperanza...
No me inspira la pena, sino la risa,
no todo me conmueve, no todo alcanza...
Texto: Carmen Martagón ©
Foto: Rocío Escudero ©
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