Sobre la almohada he dejado un sueño, susurro, suspiro, lágrima. Las arrugas me marcaron las manos apretando el dolor, el amor y el deseo. Sobre las sábanas he abandonado el olor a recuerdos, el calor de mi cuerpo a tu lado, el frío de cada invierno donde la piel ha notado la ausencia. Sobre el vientre cicatrices, cordón umbilical de aferrarse a la vida, marcas de hija y de madre que se quedan conmigo. Nunca se marchan. Señales de agua y luz, bañadas en almíbar de lágrimas, canciones de cuna y cuentos, la vida y yo, la vida y tú, la vida y ellos. Todo mi tiempo.
Herencias de mar, tierra, cielo, tiempo y sueños. Asómate a sentir... Palabras de mujer, nacidas de un puñado de vivencias. Directas desde mi corazón a tu corazón...