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Mostrando entradas de abril, 2017

Madurez

Ayer tejí recuerdos en un mantel de lino, llené de mariposas sábanas de raso, las toallas bordadas y mis veinte años. He trenzado mi risa en patucos de lana, envolví ilusiones en baberos pintados de luna, zapatitos rotos y noches veladas teñidas de nanas. Bordé mis lágrimas en ausencias de encaje, en cenas que no existen, velas apagadas, en besos ya perdidos por la madrugada. Y he cosido mi vida a éste amor que amanece, a esta mañana nueva, esta colcha de encajes, a mis más de cuarenta, a tus besos amantes y a noches de luna donde vuelvo a encontrarme. Carmen Martagón ©

PARA GLORIA

Homenaje a Gloria Fuertes... Que en Gloria sigan los versos, los que se esconden y duermen los que viven en sus cuentos o entre la hierba más verde. Fuertes batallas vividas sobre un folio escrito en tiempo, lloran en tu despedida los más cultos, los más tiesos. Glorierias de madrugada, cuentos de luna lunera, gatos con botas y espada las gatas que se rebelan. Consonante o asonante medidos y hasta soñados que hasta al flaco Rocinante tus "cosas" le habrían gustado. Cuentos de risa y de tiempo, un mundo de adivinanzas, si a compararte me arriesgo la mejor en mi balanza. Cangura después de Gloria, Candelita y la oca loca algunas de tus historias, yo escribo porque me toca, tu vas siempre en mi memoria y tus versos en mi boca. Carmen Martagón ©

A tus pies (Fandangos)

Como me impresiona verte mi Señor del Gran Poder, lo que mi corazón siente sólo lo sabe la fe y ese fervor de tu gente. Y en mi sola letanía te vi sin cargar la cruz, yo más solo me sentía y a tí divino Jesús con más poder te veía. Señor del Gran Poder, del poder de Sevilla Tu capilla un hervor, de pasión y de fe, bajo este cielo azul, la octava maravilla, donde ama, reza y llora quien se pone a tus pies.

En diminutas gotas

Así con un susurro te digo que te quiero, esa es mi forma extraña de quererte, despacito y sin prisa, a fuego lento, en ligeras palabras que sobrevuelan el aire detenido. Así, en diminutas gotas, sorbo a sorbo, en la llovizna fresca de unos besos, en la neblina gris cuando amanece, con la dulce mecida del mar, en el invierno ajeno a la tormenta. Te amo así, como la débil flor que se deshoja al viento de un otoño que comienza, como la margarita, en su juego de hojas tristes, que nos vuelve a engañar en un "sí quiero" y nos hace sonreir, aún sin saberlo. Te quiero así libre, como el diente de león que se deja caer sobre la brisa, sin importar el lugar dónde le lleve, así, como la gota de tinta en el papel que afea su blancura, esa gota inservible, que triste y solitaria, seguirá soñando ser un verso. Y yo te sigo queriendo cómo una leve gota, un susurro, un suspiro o esa llovizna extraña en mañanas de invierno. Carmen Martagón ©

diversidad...

Cosas que me agradan Siempre he sido de gustos diferentes, por ejemplo me gusta el café solo y sin azúcar, la playa en pleno invierno con el azote del viento, un rato de silencio absoluto o el color verde.            Disfruto en compañía de niños y mayores, haciendo crucigramas, escribiendo un relato breve y escuchando tararear a mis hijos alguna canción de esas que les gustan.            Suelo escuchar más que hablar, no soy de dar consejos y tampoco soy buena al recibirlos. Me alegro con lo bueno que le pasa al mundo y no creo tener enemigos o personas que me odien, aquellos que se alejan de mi vida los traslado al plano de "no ser" o "no existir", pero sin rencores.            Me gusta más el día que la noche, un paseo a media tarde, escuchar a los mayores, las mañanas frescas del otoño y los tonos marrón que esa estación nos regala.            Me gustan las flores amarillas, las amapolas solitarias de los caminos, esas que pasan desap

SENCILLAMENTE HUMANA

Mujer para acunar un sueño, mujer para besar la luna, mujer que no siempre sonríe, a veces, mal hablada, otras veces, llorona, cariñosa y sensible. Mujer que no lleva tacones, mujer plana hasta en el reverso, mujer sin carmín, sin esmalte a ratos, con ropa de domingo, arreglada en las fiestas y otras veces descalza. Mujer vestida de uniforme, piloto, teniente o azafata, mujer bombera o jubilada, bordadora o modista, soltera, sola, acompañada, a ratos en pareja, a ratos nada. Mujer con rayos y centellas, heroína sin cuento, princesa sin corona, solitaria belleza. Mujer de siesta o de paseos, de orilla o de montaña, mujer natural o enlatada, mujer en sentimiento, sin vulva, con mirada. Mujer de pecado sin serpientes, dolorosa y callada, madre, esposa, hija o hermana, decente o indecente, tal vez lo sabe todo, tal vez no sabe nada. Simplemente persona, sencillamente humana. Carmen Martagón ©

Maltratada

No te deshoja la brisa llegada desde el mar hasta tu centro, te deshoja la vida, con las manos abiertas al recuerdo. Descríbeme si puedes cómo es recibir el sol en las entrañas y no desfallecer, mientras llega al ocaso y él se marcha. Descríbeme mujer cómo mantienes los pétalos intactos, cómo seguir sintiéndote una flor, en las más crueles manos... Carmen Martagón ©

EQUIPAJES SIN NOMBRE

                    "Milagros se marchó como había vivido, discreta, sin hacer ruido, sin apenas molestar a quienes amaba. Su delicado corazón, de casi noventa años, se detuvo una mañana gris, cansado de cabalgar a contratiempo..."            Milagros es una de mis mujeres valientes. De sus historias están llenos mis EQUIPAJES SIN NOMBRE.            ¿Te apetece conocer la historia completa? Envía un correo a ladamaculta@gmail.com y te envían cómo conseguirlo firmado. Carmen Martagón

Espera mi regreso

Espérame en la orilla, allá donde las gotas apenas salpiquen tu falda, en el borde pequeño adoquinado que hay junto al asfalto, en el dobladillo que adorna tu escote cualquier día o simplemente allí, en los arrabales donde nos conocimos. Espérame un segundo, mientras reconozco en el espejo las finas arrugas que surcan mis mejillas, la luz que se apaga en mis pupilas, el brillo nacarado de mi boca, ese que ofrecía una sonrisa a la luz deliciosa de tu abrazo. Espérame en tu almohada, allí reposaré mis ansias ya perdidas, el cabello plateado adornando mis años, la serena quietud de una mirada y la media sonrisa de ternura dibujada en tu rostro tras el sueño. No dejes de soñarme y no me sueltes nunca de tu abrazo, aún cuando me haya ido mantén contra tu pecho algún recuerdo y espera mi regreso. Carmen Martagón ©

LAPRIMAVERA HA VENIDO...

TOC TOC Ha llamado a mi casa la primavera, ramito de albahaca, blanca azucena. Leve llovizna y las flores se mueven entre la brisa. LA SANGRE ALTERA Me lloran los ojitos, mil estornudos San Antonio bendito novio ninguno. Dicen que altera, la sangre y la conciencia la primavera. SEMANA DE PASIÓN Me gusta ver los campos llenos de flores y estrenar mis zapatos viernes dolores. Olor a incienso, dolorosas de palio niños corriendo. NACE LA VIDA Amapolas y grillos en los trigales y corren los chiquillos entre las calles. Sol y alegría, llega la primavera nace la vida. Carmen Martagón ©

Tormentas

Luchar contra el viento, arañar la tormenta, beberte la lluvia a sorbos infinitos, pintar la borrasca con letras azules. Disfrutar del barro que mancha tus pies, alumbrar tus miedos con rayos y truenos, lavarte la cara con el aguacero que baña tu cuerpo. Resoplar en rosa entre los nubarrones, tras los negros cúmulos que cubren tu cielo, pintar arcoiris, dibujar un sol, tapar este silencio. Volverá la brisa, aprendiendo a respirar a contra viento volverá la calma se acompasará el mundo, nada será igual. Y ese cielo negro despejará un día, volverá tu paz vestida en colores. Será otra tormenta con la que luchar la que habrá mañana, respira profundo, siente desde el alma. Carmen Martagón © Foto; Rocío Escudero ©

CONMIGO

He dormitado sobre el asfalto, a ras de suelo, a la intemperie y se me han helado hasta las uñas de soñar al relente con tus besos.  He peleado sobre el barro, mientras arreciaba la tormenta y me he dejado los ojos en tus sueños, tras los cristales empañados, en el ajuar de novia, en las copas bohemias que se quedaron vacías sin el brindis. He escalado montañas descalza de recuerdos, se me han "brisado" las mejillas entre el sol y el relente de tu invierno gris, mientras seguía tus pasos esperando que volvieras a mirarme, aguardando el regreso, sin regreso. Han sonado los cuencos de cristal envueltos en papel de hojas fingidas, me aferré al pasado sin sentir y envié en la mudanza mi futuro, para ver si encontraba una respuesta, al olvido, al recuerdo, a la memoria, a esos días sin mí, que ya se han ido. He dormitado en un vagón que me lleva directa hacia otra parte, desconozco el lugar, pero no importa, estaré junto a mí, todo el

EQUIPAJES SIN NOMBRE

       En el interior de mi nuevo libro de relatos podrás encontrar historias como esta...       "Lucía soñaba con ser actriz...        ...Desde el ventanal miraba hacia el jardín, esperando ver llegar a sus padres, disfrutando la visión de los árboles, perdida en el sueño de rodar escenas de amor..."         Hace apenas unos días que llegó a este mundo de las letras. Una maleta repleta de sueños. Mis Equipajes sin Nombre. ¿Te gustaría tenerlo? Un correo a ladamaculta@gmail.com y te explican la forma de hacértelo llegar. En Huelva capital asómate a la librería La Dama Culta. Gracias por asomarte y acompañarme en este viaje.. Carmen Martagón  

Hormigón

  Si alguna vez le di derecho a meterse en mi cabeza y en mi vida atacando los muros de mi pensamiento, he venido a avisarle: recubrí de hormigón las blancas paredes que guardan sus recuerdos, he puesto una cancela con un candado, forjado en acero, y he tirado la llave el fondo del dolor que me causó su olvido. Gracias por su silencio inútil, por lavarse las manos ante injusta condena, por mirar a otro lado mientras yo suplicaba, por no secar los ríos que mis lágrimas fueron. Gracias, por enviarme de vuelta al blanco de un papel, al valor de un amigo, a ver amaneceres de infinitos colores y a sentir como nunca el calor de este sol. Gracias por demostrar que fue usted, el céfiro y el cetro, la cobarde mentira tras la sonrisa puesta, la mano que no existe, enemigo y ladrón. Ladrón, por robar mi memoria y el título de amigo que le ofrecí sin dudas, y guardé en este tiempo tras los muros de piedra que hoy son de hormigón. Carmen Martagón ©