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Mostrando entradas de noviembre, 2015

No me des tu llanto

No necesito que me llores ahora, llórame en silencio cuando me haya ido, extraña mis risas sonando en paredes vestidas de frío, llórame valiente, sin miedo a otros ojos que te estén mirando.  No necesito que me rías ahora, ríete conmigo, desde las entrañas, detrás del ombligo, extraña mi llanto cuando me haya ido, rieme valiente, sin miedo al olvido e intenta que todos se rían contigo. Lo que necesito, es tu compañía, un abrazo tierno, un café de amigo, la risa en los ojos, llanto compartido, no me des tu llanto, dame tu cariño... TEXTO: CARMEN MARTAGÓN © FOTO: ROCÍO ESCUDERO ©

Memorias de la guerra

Hay unas rejas que limitan tus pasos en aquel lugar, por algunas rendijas, donde la luz se asoma se adivina la vida que hay al otro lado, una vida añorada, la libertad a un paso. Para no hacer que las horas vuelvan loca el alma, distraer los instintos y acallar pensamientos, los hilos en tus manos tejiendo la nostalgia, aprendiendo a hacer versos y a centrar la esperanza. Enredando, enredando colores imposibles se pasarán las horas que parecen eternas, se acallarán los gritos, los tiros que no cesan se ahogará esa batalla que ya no suena fuera. Se perdió la contienda del campo de batalla pero suenan las balas matando la memoria, asfixiando la risa, helando sentimientos, y vibra en las entrañas la sangre derramada. El dolor de las madres por los hijos perdidos, el dolor de los hijos al perder la inocencia, el dolor y la pena sonando en la conciencia, se empeña la memoria en retener lo vivido. Con el paso del tiempo la memoria que falla o que guarda escon

Se atrapa la vida

Levar anclas, soltar amarras, buscar otro puerto, otra tierra, otros cielos, llevarte la luz de tu casa en el alma, llenarte los ojos con aquello que amas, para que al cerrarlos, donde quiera que vayas, queden las imágenes que el alma guardaba.  Plantar tu mirada sobre el horizonte pintado de playa, reservar la arena que quema en tus plantas, no es el mismo mar, no es el mismo agua, es el mismo cielo pintando distancias. Construir otra vida donde ya la había, un puzzle que encaja con fichas sentidas, esquinas que empiezan a mostrarse unidas por nuevos caminos que desconocías Encajan las piezas que nunca habías visto cumpliendo los sueños se cierran heridas, se limpian los pasos, se sigue camino, se atrapa la vida. Carmen Martagón ©
Soy poema, en cada letra que sale de mi alma, en el sonido del papel arrugado, en la tinta que desgrana las palabras. Soy verso, rima, estrofa y soneto, cada vez que desnudo mi ser en unas letras, en los momentos que derramo mis lágrimas de tinta, cuando condenso todo la vida en un silencio. Soy poema, sí, porque así me siento. Carmen Martagón ©

Un Domingo cualquiera...

Un Domingo cualquiera, cuando amanece, cuando el sol acaricia el rocío en la mañana, y las flores dormidas se van despertando, me asomo a la ventana de tu dulce caricia, no quiero despertarme si es que estoy soñando. Los besos más dulces se pierden en mi boca, las caricias más tiernas se funden en mi espalda, como funde la hoguera la robusta madera y el sol funde la nieve que trajo la nevada. Carmen Martagón 

LAS HOJAS DEL PASADO

Hoy he quitado las hojas que cubren el jardín, esas que el otoño le arrebata a las ramas que tiemblan, las que el viento arremolina ante mí y me recuerdan que pasa el tiempo, que todo llega. Hoy he sentido crujir bajo mis pies, la hojarasca que se rinde ante la brisa, me ha recordado que es ahora y no después, que tengo que seguir, que no me rinda. El tímido sol de la estación me acompañó, aportándome el calor que necesito, avisando que aunque el frío no llegó, he de aprender a cuidarme del olvido. Hoy recogí las hojas del pasado, para escribir en ellas mi presente, y aunque llegue el invierno estaré aquí, esperando impaciente... Texto: Carmen Martagón © Foto: Rocío Escudero ©

NO ME SUELTES

No me sueltes de tus manos madre, enrédame en tus lágrimas, como ellas se enredan en los surcos de tu cara. Que nunca deje de seguirme esa mirada, no apartes tus ojos vigilantes de mis pasos, no permitas que me pierda lejos de tu alma. Abrázame muy fuerte madre, acurruca mis sueños que son un poco tuyos, no consientas que abandone mis batallas. Déjame revivir, una vez más, esos instantes de niñez contigo: con tu mano en mi frente se aliviaban las penas, con tu mano en mi rostro se secaban las lágrimas, con tus manos madre, que son el refugio la paz y la calma. No me sueltes nunca, no sabría caminar si tus manos me faltan... Texto: Carmen Martagón Foto: Mariquilla de la O

Hojas secas

Hoy salí a mezclarme, con las hojas secas y la fresca lluvia, con el cielo gris del Otoño cierto, con la espesa niebla, con el leve frío que me tersa el rostro, con la nueva vida, con la vida nueva. Hoy salí a soñar como cada día, con nuevos destinos, caminos, veredas, con prados y bosques, lindes y senderos con nuevos momentos, con momentos nuevos. Hoy salí a soñar, a soñar despierta, me guardé del frío, me metí en la niebla me caló la lluvia que el cuerpo refresca, y escuché el sonido de las hojas secas.  Foto: Carmen Torres © Texto: Carmen Martagón ©

En cada página

Me adentro en un mar de sueños, en un torbellino de letras enlazadas, en un sinfín de vidas que palpitan sobre unas hojas que no caen en otoño.  En cada página soy yo y soy mil vidas, heroína de cuentos o asesina, escritora de versos o cuentista, payaso de mil caras; en cada página soy más que una mirada. Subo montañas, viajo hacia el ocaso, tengo mil años entre mis paredes, soy David, Goliat, detective de un caso que no acaba, puedo ser tu enemigo o quién más quieres. Mis dedos descubren cada nuevo párrafo, mis ojos ávidos de luz y de tinieblas, mis oídos reciben el sonido de mi voz, y me llega el sabor de lo que cuenta. Amo sentir lo que describe, adoro vivir lo que revive, en cada página soy yo, soy tú, soy alguien... Texto: Carmen Martagón ©