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Mostrando entradas de septiembre, 2015

Puedes...

Atraviesa mi espacio con letras que duelan, nubla mis sentidos en cada renglón, atrapa mi sangre en párrafos de sueños, atrapa mi tiempo, nubla mi razón. Rayos de sol que reflejan páginas, aquellas que escribe la pluma que duele, lunas y estrellas que alumbran la noche en la que aún insomne, te dice que puedes... Carmen Martagón © Imagen Christian Schloe Colaboración con el club de las poetisas.

Elevaciones

Puede que no esté a la altura, que no de la talla para ser grande, puede que me quede sólo en ser yo o tú, simplemente nosotros y puede ser que así lo quiera.  Mi altura es otra, además del metro sesenta y poco, me vale con llegar a la altura correcta para un beso en la frente o en los labios de quienes amo, me vale para un abrazo o la belleza de una sonrisa. Prefiero, la altura justa del café en la mano con unas amigas, me gusta esa cota que permite oler las flores, disfrutar del viento y mirar la inmensidad del mar para sentir escalofríos. Soy de quienes tienen que estar a la altura de ser justo, humilde y leal y no quiero otro nivel, ni título o condición, ningún otro, más que, el que me otorga ser: madre, amiga, hija, novia, mujer, hermana o simplemente persona. En las cosas sencillas estoy a la altura, a esa altitud justa de la que no quiero bajarme, esa que me ofrece el mejor "escenario". Carmen Martagón © Montaje foto: @xokotonto

En colores

Han dejado el corazón en la orilla, refugiaron sus sueños en paraguas de colores, ya se asoman los reflejos de sus almas, en las aguas transparentes del olvido. Para apagar la oscuridad vivida, pintan de dulzura el camino añorado, tejen una senda, dibujan senderos y paso tras paso se alejan del miedo. Tal vez equivoquen las veredas, tal vez la luz del sol ciegue sus miradas, puede que las sombras vistan sus recelos, pero han aprendido a ver en colores y a sentir la vida más allá del blanco y negro. Texto: Carmen Martagón Imagen Claude Theberge colaboración con El club de la Poetisas 

De Acero

Estás hecho de acero, del que no se oxida ni se funde, ese que resiste tempestades, las del tiempo, la vida y los mares revueltos. Estas hecho de pedazos de forja, arden tus entrañas con cada injusticia, allá en la profundidad del alma se funden tus sueños con las realidades. Estas hecho de oro puro y plata labrada, son tus sentimientos los más puros metales y tu corazón, joya inalterable cual diamante. Eres tierra firme, valor y templanza, de seda y metales o de pura fragua, fundido tu cuerpo con cada latido, un corazón firme que no se ha rendido... Padre, te quiero...  Poesía: ‪#‎ CarmenMartagón‬ ©

Sabor de Otoño...

Y se asoma Septiembre a mi ventana, me llama despacito y me susurra versos; mantiene despierta esa parte de mí que quiere guardar la palabra, el instante.   Cada renglón es un momento de vida que viene a quedarse, para siempre, entre los dedos, cada verso es un poco de historia que, tal vez, nadie llegue a contar. En la calle, cada septiembre, la llovizna limpia mi rostro, aclara mis ideas, humedece los minutos en que me siento sola, hasta que el sol asoma para secar mis lágrimas. Adoro Septiembre, con su sabor de otoño y su rumor de verano, cada año él es mi comienzo, tu comienzo... Carmen Martagón © Montaje y texto Foto: @xokotonto @1961_pilar @NESTORIACARMEN

A ESTE MUNDO

Te traje a este mundo para hacerte feliz, fue maravilloso ver tu cara, sentir el tacto de tu piel de seda y dormirte entre mis brazos.  No viniste a sufrir, a llorar ni a clamar por un poco de pan, no te hice venir para calmar tu hambre, ni acurrucarte del frío, no te traje aquí para ser menos o que te hicieran sentir diferente . Te parió tu madre para llenarte de amor, el dolor tenía que ser sólo mío, la sangre mía, la espera mía. Tuya tenía que ser la sonrisa, el juego o la música y tu boca en mi pecho la unión de nuestras almas. Te traje aquí para que fueras libre y no puedo perdonar a quien ata tus manos, a quien borra tu risa y te llena de lágrimas, aquellos que dicen dirigir el mundo, esos, que se dicen, dueños del futuro de todos y de la verdad de nadie... No perdono NO. Carmen Martagón 

Sobre mojado

Hoy nos visitó la lluvia vino a salpicar la arena mojada, a jugar con las olas en la orilla, se quedó en la piel de las sombrillas y en el plástico de cubos y palas. Sonaron las tormentas más allá de los gritos de niños y mayores o del romper de olas en la orilla, sonaron incluso, sobre el viento que silva arribando del horizonte a la playa. Minutos de gotas sin concierto, desorden de aguacero que anuncia el fin, y ahí sigue el astro rey, fiel al estío, soñando con aparecer. Carmen Martagón ©

Infinito amor

Cae la tarde sobre la arena callada, breves pisadas bañadas por las olas y una niña con mirada enamorada que ha venido para contemplarse a solas. Mueven los vientos las gotas y la arena, traen el aroma salobre de tu entraña los sentimientos, sobre todo la pena que se marchará sin volver la mirada. Un cielo infinito te envuelve y abraza un sol de pasión que, al salir, te calienta, calorcillo que en abril dulce melaza y en Agosto se agranda y te alimenta. Infinito amor correspondido entre el mar y aquella niña enamorada que hasta el sol queda mirando sorprendido cuando la observa borrar cada pisada. Carmen Martagón ©

Caminos y carreteras

Me espera el cieno en aquella carretera, caminaré despacio, con paso firme, la mirada serena y el alma errante.  Me guiarán las palabras que no escribo, los sueños que llevo en el bolsillo, los amores pasados, los momentos vividos, y seguirá mis pasos el olvido. Puede que me pierda en el trayecto, que el lodo me limite y me retenga, pero voy a seguir porque me esperan, esas nuevas veredas que hoy no encuentro. Carmen Martagón Enrique ©

Se despide el verano

Aparecen los primeros indicios del viento, ese que mueve las hojas y señala que el tiempo "vuela". Las primeras nubes oscuras se asoman tímidas, y lloran sus nuevas aguas, dulces y frescas, para ahogar la sed de la tierra. Al atardecer el sol ya se oculta, marcha a esconderse allá por la línea del horizonte, dejando el cielo coloreado y las almas tristes, deseando verlo asomar, de nuevo, al alba. La brisa refresca el rostro de los niños cuando bajan veloces el tobogán del parque, las manos que se hielan con la arena sombría, el llanto que aparece cuando atardece antes. Amigos de verano con tiernas despedidas, un abrazo cercano y una triste sonrisa, volveremos a vernos cuando asome el invierno y jugaremos juntos a las escondidillas... Carmen Martagón ©