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Mostrando entradas de junio, 2015

Tempo

Se adivina el silencio a través de la seda, la calma va delineado tus formas, la curva de tu cuerpo, las notas en tus manos.  La leve luz te ilumina, y juega con la magia adivinando la línea de tu figura, intentando descubrir cada sentido, el tacto de tu piel, el sabor de los labios, o el simple sonido de tu respiración; deseando adivinar el olor de tu cuello y eclipsarse en la luminosidad de tu mirada. La música pretende adivinarte, llenando con sonidos los silencios, abrazarte y sentirte así, iluminada por la luna. Deja que ponga la caricia de sus notas en cada poro de tu esencia. Deja que pase el "tempo"... Para que, de nuevo, los dedos hagan vibrar tu cuerpo al son de los más tiernos acordes y las más dulces melodías... Texto: Carmen Martagón ©

ESPERO QUE REGRESES

Te extraño... como extrañan los niños los brazos de su madre como extrañan las flores el rocío mañanero, como extrañan los pájaros el calor del nido en los primeros intentos de vuelo... Te extraño... puedo estar sin tí y seguir viviendo, no es el respirar lo que me falta, me falta tu risa, tu mirar sincero, ese abrazo fuerte; te aseguro me falta... Te espero... Como esperan los niños la hora de ir al patio, o la fiesta soñada de un nuevo cumpleaños, o esa noche de Reyes aguardando a los Magos, espero que regreses, como siempre a mis brazos. Texto y foto: Carmen Martagón ©

Petricor

Hoy he decidido ser arena mojada, la que ha sentido las caricias de la tenue lluvia un día de verano, esa que desprende el olor del olimpo, ese olor a piedra que ocupa tus sentidos y te lleva a otro tiempo. Hoy quiero ser fina gota de lluvia y fundirme entera con los finos cristales, ser dos, ser sólo una y traer el olor de cualquier primavera. Ser razón de un recuerdo para la niña que juega, un abrazo de abuelo, la merienda en un árbol, un patio y un almendro o un triciclo arrumbado. Hoy quiero ser columpio, piruetas en la arena, y ser sueño de niños, ramo de flores frescas, limonada en la tarde, sorpresa que no llega, hoy quiero ser gigante mirando a las estrellas... Texto y foto: Carmen Martagón ©

NI LO INTENTES...

No hay viento que pueda vencerme, no hay tormenta, tempestad o desafío que pare mis ganas o frene mis manos, no lo hay no... Porque estoy aquí para vivir con ganas, para llorar sin miedo, para mirar de frente para sentir en la piel el ardor de la batalla, aquí estoy... No intentes detenerme, seria como empeñarse en parar el tiempo, empecinarse en alcanzar las nubes, o pretender tocar el fondo de la tierra. así que, mejor, ni lo intentes. Texto: Carmen Martagón © Foto: Rocío Escudero ©

Cita a ciegas

Texto y foto: Carmen Mrtagón

Mientras escuchas...

Marca la voz el rumbo de tus pasos, pone la dirección la letra que se escapa, señala el camino el papel que se arruga, el que se guarda en el cajón de la esperanza. Lanzas al aire un nuevo suspiro que cruce el tiempo, la meta, la vida, que sea el lector quien, sin querer, reciba, lo que tus manos le dicen, lo que tu mente dicta. Marca el amor lo que expresan los versos, amor de padres, de amantes, de hijos, marca mi piel el poema escondido, el que no sale, el que no escribo. Vuela hasta tí lo que dice la pluma para que sientas, mientras escuchas. Texto y foto: Carmen Martagón ©

Vestido de Inocencia

Ese primer amor que casi nunca se queda, ese que se marcha con el primer suspiro, te deja el alma rota y llena de recuerdos, los labios que se estrenan con los primeros besos. Las manos enredadas buscando sin saberlo, las miradas que ríen y dicen, sin querer, aquello que queremos. Ese primer amor te llenará de sueños, y dolerá seguro, aún de ilusiones lleno... Mucho tiempo después regresará, así, sin avisar, a la memoria frágil de aquella adolescencia, te traerá la sonrisa que estás necesitando, porque de esos amores se viste la inocencia. Txto y foto: Carmen Martagón ©

PÁRAMOS

He llorado... por cada minuto perdido, por la injusticia que no se detiene, por el abrazo negado en aquella playa de soledades...  He llorado... por la rabia de mirar atrás sin encontrar respuestas, por la súplica perdida en los páramos solitarios, por aquella firma sin lágrimas y la soledad del después. No más lágrimas... Ni más súplicas, ni más sueños perdidos en la arena, no más mentiras, engaños, ni soledades, ni más mirar atrás por lo que ya no vuelve... Se perdió aquel sueño, pero llegarán otros, volverán las carcajadas a resonar en nuevas paredes, y no volveré a llorar por los minutos ausentes, aunque quieran volver para minar mi alma. Texto y foto: Carmen Martagón ©

Mientras escuchas...

Marca la voz el rumbo de tus pasos, pone la dirección la letra que se escapa, señala el camino el papel que se arruga, el que se guarda en el cajón de la esperanza... Lanzas al aire un nuevo suspiro que cruce el tiempo, la meta, la vida, que sea el lector quien, sin querer, reciba, lo que tus manos le dicen, lo que tu mente dicta... Marca el amor lo que expresan los versos, amor de padres, de amantes, de hijos, marca mi piel el poema escondido, el que no sale, el que no escribo... Vuela hasta tí lo que dice la pluma para que sientas, mientras escuchas... Texto y foto: Carmen Martagón ©

APRESTO

Ya no plancho la soledad que dejaste, ni lavo las sensaciones de ausencia, hoy dejo atrás las arrugas del alma y el dolor que me corta el aliento. No he podido quitar el apresto que dejaste en mis manos vacías, ni el olor a esperanza perdida, de este amor que se ha descolorido. No hay perfumes que puedan quitarme la fragancia de tu triste recuerdo, no encuentro donde airear este miedo; no existen cordeles donde tenderlo... Texto y Foto: Carmen Martagón ©

El último viaje

         Pasaba los días en aquel andén, repartiendo sonrisas y regalos a todas las personas que se cruzaban con él; siempre con su disfraz de payaso, su cara pintada y su nariz roja. Vestía pantalones con tirantes, camiseta blanca, y colgado al cuello, sobre el pecho, un enorme reloj, casi tan grande como el de aquella estación de cercanías. Su cara era amable, con una mirada luminosa, tan singular como su sonrisa pintada.  En ese tiempo entre viajeros con prisas, podía recibir distintas atenciones de ellos, un desprecio, un insulto, una mirada colérica, el llanto de un niño que se sobresalta al verle, la reprimenda de la mamá, el papá o la abuela por haber asustado al niño; él siempre regalaba una sonrisa, aunque aquellas reacciones le causaran una profunda tristeza.          Como buen payaso, lo que le hacía llorar de emoción era la devolución amable de una sonrisa, un gracias al recoger de sus manos la flor ofrecida, quizás el brillo en la cara de los niños cuando s

PÍNTAME UN SUEÑO

Dibujan tus manos y tus pequeños dedos pintan arcoiris, colorean el cielo con sus tonos azules, dibujan aviones y repasan las nubes. Dibujas sonrisas, la fila de dientes que no se han caído, das color a la vida, a tus sueños de niño, a las amapolas y aquellos "montones" que simulan castillos. Dibújame un beso, un vestido nuevo para ir de paseo, un lazo en el pelo, la risa en el alma, dibújame amor y píntame un sueño. Carmen Martagón ©

Mi paisaje

Vengo de un lugar donde la luz no existe y los colores han dejado paso a las tinieblas, donde la risa no es bienvenida y las lagrimas horadaron la fértil tierra de la vida. Vengo de un paisaje donde no ves lo que hay sobre tus manos, y mirar más allá se convierte en imposible, donde el horizonte es inmediato a tus pies y todos los caminos derivan en la pena. Vengo para quedarme... para sentir el viento en cada poro, degustar el sabor de los colores y mirar el interior de las palabras... Vengo a este paisaje, a pintar con un suspiro el arcoiris, ponerle color al cielo tras la lluvia y caminar descalza entre los charcos... He vuelto... y vengo a quedarme... Texto y foto: Carmen Martagón ©

Vuelve con el alba

Despliega tus alas bajo el sol de junio, que rompa la tarde su batir continuo, te lleve la brisa, te abrace la ría, y mientras se apaga la luz de la tarde que susurre el viento bajito tu nombre.  Levanta tu vuelo sin miedo ni penas, que sople el "levante" llenando tus velas, deja que la calma siga a la tormenta, que no haya en tu vida nada que te pare, deja que en sus brazos te acune hasta el aire... El cielo se torna rojo anaranjado, fuego detenido desde las entrañas, la luna que aguarda te estará mirando levanta tu vuelo, vuelve con el alba... Texto: Carmen Martagón © Foto: Julia Pérez ©

Lo que me alcanza

No me inspira la pena sino la risa, el azul de los cielos en las miradas, las largas madrugadas de amor sin prisa, la pasión que desborda por la mañana. No me conmueve el llanto como un abrazo, esos que sin presiones rompen el cuerpo, esos que te aprisionan, sin darte miedo, que te alivian las penas en un momento. No me duele el amor, me duele el olvido, el amor que se queda te acuna el alma, el olvido te aguarda entre las esquinas, y te llena de miedo y desesperanza... No me inspira la pena, sino la risa, no todo me conmueve, no todo alcanza... Texto: Carmen Martagón © Foto: Rocío Escudero ©