... Herencias de mar y sueños

No necesito vivir realidades, necesito ser alondra libre, necesito ser mar y tempestades, ser viento y brisa al caer la tarde. Necesito ser y vivir un sueño amar sin esperar, acurrucarme, sentir que el corazón no tiene dueño, no sentir, no estar, no ser de nadie. No necesito que amarres mi vida necesito liberar mi alma que escriba la pluma palabra sentida vivir cada día sintiéndome en calma... Necesito ser yo, más yo cada día más risa, más piel, más sentir, más viva, que la realidad sea mucho más mía, déjame volar y que así reviva... Me hace falta soñar y que me sueñen, me hace falta vivir y que me vivan, me hace falta ser mar y tempestades, necesito ser sal en esta orilla...  Foto: Rocío Escudero © Texto: Carmen Martagón ©

  Muéveme al compás de las notas que bailan este viejo tango callado y herido, mueve mi cintura, mueve mi destino, lleva lentamente mi piel al olvido. Pégate a mi frente acompasando el tiempo, no sueltes mis manos, ni sueltes mi cuerpo, déjame que sienta la magia que siento, que se enrede el alma a pasito lento. Llévame en volandas por los arrabales, pasearán las piernas por mi Buenos Aires, por Tierra de Fuego y allá por los Andes rompe mi cintura con pasos de baile. Saca la tristeza de este pensamiento, que reviva sola la letra sentida, que la vieja música me lleve a buen puerto, llore el bandoneon marcando la vida... Texto Carmen Martagón ©

Quiero escribir poemas... escribir versos donde poner el alma, donde soltar el desgarro y la pena, donde coser rotos y zurcir palabras.  Quiero que el viento los convierta en canciones, que la brisa acaricie sus formas, que el calor los vuelva primavera, que el agua los refresque en su calma.  Quiero escribirle al otoño, a las flores que asoman cuando marcha el invierno, a las noches insomnes que nos trae el estío, al calor de esa playa, a la brisa y al frío...   Quiero escribirle al viento, a las manos cansadas del campesino, a esas caras que sufren cuando pierden la calma, a todos los que viven sin saber su destino.  Quiero escribir poemas, con pluma, lapicero y con papel en blanco, quiero darte mis versos... envueltos en abrazos.  Carmen Martagón ©

Que se termine... Que acaben los suspiros que no cesan, las lágrimas que salen sin quererlas, el pellizco, el dolor del alma inquieta.  Que se termine... Que acabe ese sabor agrio en la boca, ese mal interior que nadie nota, que acabe ese palpitar que se desboca. Punto final... Para volver a retomar los sueños sin que el pasado desvíe el camino dejar atrás lo malo en el olvido... Que se termine y que no vuelva, que los abrazos se lleven las tristezas, las noches en vela, la dura espera, que sople el viento con buenas nuevas. Que se termine... Carmen Martagón ©

He soñado con la orilla del mar, con el agua bañando mi vida, con el sol queriendo iluminar, con la sal limpiando mis heridas.  He soñado con un mar de emociones, de esas que te llevan al cielo, esas que te alivian la pena esas que te llenan de sueños... Texto y foto: Carmen Martagón ©

Quedará la voz dormida para callar el dolor de las lágrimas, dejando en silencio la rabia y la pena callando injusticias de causas perdidas. Quedará la voz dormida guardando en el alma cualquier sentimiento, sacando del pecho la risa fingida, dejando escondidos dolor y lamento. Duerme la voz con los ojos cerrados sueña con ser libre y sin ataduras, sueña ser canto de acordes dorados y poder elevarse más allá de censuras. Cuando despierte... sonarán los acordes de un corazón nuevo sonará el retumbar de la sangre en el cuerpo, sonará a esa mirada, a sonrisa y a besos, como suena la vida recién levantada... Texto y foto: Carmen Martagón ©

Febrero se despidió dando paso a Marzo... Lo trajo de la mano y lo dejó sentado junto al mar. Allí podrá pensar en la próxima primavera. Será mejor que nadie lo moleste y lo deje elaborarla a su manera, con su lluvia, sus flores, el calorcito del Astro Rey, su leve brisa o sus fuertes vientos. Bienvenido señor de la guerra, estábamos esperando sus días de batallas... ... Y Marzo que es señor de la guerra, prepara esas batallas en sus primeros días. Hacía la mitad del mes estará lista la primavera, que asomará justo con las varitas de San José que ya andan espigando por los campos. Ahora anda calmando a los vientos, reorientando al sol para que empiece a dar más calorcillo, pintando los campos con algunas pinceladas de color y llamando a los pájaros emigrantes para que regresen... Esta mañana ha avisado a la lluvia para que se deje sentir por las tierras y cuide las cosechas...  Texto y foto: Carmen Martagón ©

Soy mujer... Soy mar en calma cuando amo, cuando abrazo, soy arena cuando me dejo llevar por tu mano, soy viento en compañía y brisa en soledad, soy tempestad si pido y quiero libertad.  Soy árbol protector, soy rama, soy tronco, soy flor silvestre coloreando el momento soy cielo despejado y nublado si me emocionan soy ave de paso cuando me traicio nan. Soy noche y madrugada cuando quiero, mañana y mediodía cuando espero, soy luz de amanecer cuando despierto, soy paz, sosiego y tarde de paseo. Soy mujer... Me apasiona la música en silencio la tierna claridad de un sentimiento, la pasión del abrazo tras los besos, esos que transforman la emoción en fuego. Me enternece mirar un día nublado, la carita de un niño al despertar, la sonrisa pequeña sin recelo, las manos animando a caminar. Soy mujer... No soy igual, distinta o diferente, pienso y siento, a veces, duele respirar, a veces más débil o más fuerte a veces sin saber cuando parar.  Fo