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Mostrando entradas de octubre, 2014

Arco iris de sueños: Un cuento compartido (Segunda parte...)

Mientras las niñas recogen el mantel y guardan todo lo de la merienda repasan los colores que hay pintados... Rojo, naranja, amarillo, verde, azul, lila y magenta... Los siete colores ya están. Luisa se queda con su lápiz en mano, celeste cielo... ¿Qué pinto con él? No es un color del arco iris... Pero es el que tengo. Dijo mirando hacia arriba. - Podemos ponerle los colores que queramos, al fin y al cabo es nuestro, la magia consiste en cumplir los sueños. Soñemos!!! . -Dijo Eva. Helen pintó el blanco después del magenta, Luisa añadió el celeste, Zulma el verde selva... Virginia traía en brazos desde el fondo del prado a los dos gatos que intentaban zafarse... - Estos dos se han escapado casi no los encuentro.- dijo divertida. - ¿Habéis visto que el collar de la gatita tiene una llave?- comentó Simone. En el collar la gatita Toñi había una llave colgada junto a la cajita de pintura magenta. - ¿De donde será?. - Se preguntó Carmen - Esta claro que ella llegó

Arco iris de sueños: Un cuento compartido (primera parte...)

Este es un cuento compartido, lleno de los sueños de unas amigas, donde cada una va aportando su granito de arena. Yo voy narrando, ellas aportan lo más bonito de sí mismas a la historia... Helen, Eva, Ana, Simone, María, Zulma, Luisa, Virginia, Toñi, Cinta, Carmen... Y más... Aquí lo dejo para que todos podamos vivir la magia, los colores y los sueños. ... Y emprendió el camino, paso sobre paso, sin perder de vista el horizonte, pisando firme. Llevaba en las manos sus mayores tesoros, su cabeza cargada de sueños y el corazón tranquilo... El camino era recto, sin curvas, sin desvíos, al menos de momento. Apretó el paso, no sabía si por alejarse cuanto antes o por las ganas de llegar y pisar su nuevo sendero. Sí supo de sus ganas de continuar, pero su cabeza le avisó que no había prisas y el corazón le recordó que tenia que fijarse en los colores del camino, disfrutar de la brisa en la cara y escuchar los sonidos del viento, así que se paró a contemplar, le hizo una foto

Estuve dormida.

Me dormí con el tiempo, con la monotonía de las horas inciertas, con la soledad de las horas contadas. Me perdí los colores, las canciones, los versos, no ví el amanecer tantas veces vivido, ni vi el atardecer tanto tiempo añorado. Me dormí... encerrada en ese mundo extraño arropada con mis pensamientos, ...y aún temblando de frío, no supe abandonar aquel mal sueño. Cerré los ojos al mundo, sin extrañar las risas, ni el amor, ni los besos, las miradas más tiernas o ese "cuanto te quiero". No ví que me dormía que me estaba perdiendo, que ya no era la misma, por no ver no vi en sueños que algo estaba muriendo que me olvidé la risa... Me olvidé de las notas que te elevan el alma. de los rojos, naranjas, amarillos y blancos de las aguas en calma, del olor de la brisa que me trae la marea me olvidé de la vida de vivirla siquiera... Me dormí... y dejé pasar el tiempo en un instante, me olvidé de respirar y sentir me olvidé de ser la que

La Senda de tus aguas...

… Y mientras atardece “la mar” se queda en calma, y espera quietecita que el sol llegue a abrazarla. El sol se va a cercando sin dejar de mirarla, se acerca despacito no quisiera asustarla, le cambia los colores su azul lo vuelve plata y el verde que la envuelve, el color de su calma, lo confunden las olas con sus espumas blancas. Y desde los pinares viene soplando el viento un susurro escondido llevando un pensamiento: “Te traigo en un susurro mi corazón que aguarda, el alma de la tierra y el olor de la jara. Te traigo mil colores, porque si el sol te abraza se volverán oscuras las sendas de tus aguas… Se enfadará la luna. y en la noche cerrada, te robará a escondidas tus reflejos de plata”. Pero el agua tranquila aunque ya escuchó al viento, va callando a las olas mientras dice en silencio: “Por sentirme en sus brazos. al ocaso y al alba   daría sin pensarlo mi color y mi alma, el blanc

Huelva: la luz de mi ría...

... y comienza el poema: "... Con ese descaro de luz que me mira tu ría con esa calma intensa que me aprisiona..." Bañada por el Atlántico, frontera con Portugal, kilómetros de fina arena, playa, pinares, marisma, condado, andévalo y sierra... HUELVA...     Los arqueólogos buscan sus orígenes en la desconocida Tartessos, esa próspera civilización, metalúrgica y comercial, la llamada primera civilización de occidente. Cuna del descubrimiento y del fútbol , de tradición minera, marinera y agrícola. Cargada de fe, devoción,  tradición,  cultura e historia.  "Huelva la luz" la llaman, porque el astro rey la baña con sus rayos durante todo el año más de 3.000 horas.  Y sí, ... claro que mi Huelva tiene una ría. Con una impresionante explosión de colores al atardecer... La capital y la provincia se llena del bullicio de su gente en Ferias, Fiestas y Romerías, cualquier excusa es buena para disfrutar de la más herm

Cuento: la gota de lluvia

La gota resbaló por la pared blanca y miró alrededor, había más gotas desconocidas. Tuvo que salvar algunos agujeros para no  perderse en las profundidades. Hacia la mitad de la pared un dibujo con unas letras negras la hace dudar si seguir adelante y se para a observar... Nuevas gotas pasan rápidas a su lado y la esquivan para no llevársela por delante y terminar unidas. Algunas, en su caída, la asustan y la paralizan, no quiere bajar rápido, quiere ir despacio, observar a su alrededor, mirar los colores sobre los que pasará en su caída, cada color será su color... Cuando entra en las letras oscuras parece que se hace de noche a su espalda, pero de frente unos rayos de sol se asoman entre los nubarrones y la iluminan. A su lado, las otras gotas siguen su carrera pared abajo para ver cuál es la más rápida. ¿Se trata de una carrera?.- les grita.. Todas le gritan algo al pasar pero ella no entiende nada de lo que dicen. Hacia abajo, tras las letras negras, hay una franja naranj

San Lucas: La Herencia de un pueblo.

No me cabe duda que las Ferias las hacen sus habitantes... son las personas las que le dan su esencia, las que impriman al acontecimiento con su forma de ser, de actuar y de vivir... Desde 1323 La Feria de San Lucas cambia las calles de Gibraleón, con una de las tradiciones más antiguas de España. Los primeros días los vecinos se asoman  para ver cómo luce, para sentirla, para vivirla, pero a medida que la Feria alcanza su ecuador visitantes de toda la provincia llenan el pueblo. Octubre se vuelve más otoño que nunca en sus calles, con el olor a castañas asadas, pinchitos morunos, lomitos y turrón o dulces de feria, o se viste con el color de sus puestos de peros, sus bolsas de nueces en mallas rojas, el chocolate caliente o los tradicionales churros. La gente charla, come, bebe, pasea y se deleita con su Feria, cada año la misma, cada año nueva, cada año diferente...  Mientras la calle vibra, en los Pabellones expositivos, un puñado de personas valientes, empeñadas en